From lost to the river

Querido Biedma: ya sabes que mi relación con "Perdidos" siempre fue bivalente.

Mejor dicho: comenzó por resultarme una serie innovadora y tremendamente apasionante hasta que, allá por la cuarta temporada, empezó a aburrirme hasta extremos tremebundos. ¿Por qué el cambio? Bueno, no es sólo que comenzase a cansarme el esquema -algo común en las series, pues siempre llega un punto en el que son lo mismo capítulo tras capítulo, un eterno retorno- sino que hubo una razón mucho más profunda: me di cuenta de que no había plan de vuelo. De que aquello no era más que una constante huida hacia adelante de un equipo de guionistas desesperados, que se hundían en una paja mental cada vez mayor en busca de algún grial intelectual que les procurase un final, cualquier final, el que fuese y cuando fuese necesario. Simplemente -creo yo- se impusieron la condición de que al menos resultara digno o cuando menos satisfactorio para con los ultra-fanáticos de la serie (y a los que debo reconocer que no entiendo igual que tampoco he podido entender jamás a los fans de MASH, a los de Misión Imposible, a los de ¡¡¡¡Los Serrano!!!! o a los de Buffy Cazavampiros).

Debe ser culpa mía. La verdad es que yo nunca entiendo a los fanáticos de algo.

Y el final llega y a casi nadie le gusta, como es lógico (no te preocupes, que no te lo voy a contar si es que no lo has visto, aunque me da a mi que si no has hecho por verlo ya es que esta entrada te importa un carajo y deberías irte, hoy, a otro blog). Navegas por ahí y te encuentras auténticas batallas campales entre los fans acerca del mismo, de su significado, de su contenido... Que si es un palíndromo, que si están muertos, que si al prota se le hizo puré la uña del dedo gordo del pié... Una opinión que parece imponerse: "vaya final de mierda, ¿qué coño significa?"

Pero entonces yo, porque soy así, me pregunto lo otro: ¿y qué leches esperaba toda esta gente desocupada? ¿La fórmula de la Coca Cola?

Joder, tios, no es más que una serie de televisión que os ha hecho pasar cientos de horas de entretenimiento y os ha dado para miles de horas de conversaciones. Que ha alimentado vuestro friquismo y os habrá procurado ocasión hasta -digo yo- de echar algún polvo intempestivo. ¿Y ahora la váis a condenar porque "no me gusta el final". Carajo, que puto desagradecido que eres. Si no fuera por esos guionistas mamarrachos, cutres o -como he podido leer por ahí- "incompetentes" que te han estado volviendo loco nada menos que durante seis temporadas, seguramente no tendrías conversación ni para tomarte una fanta con los colegas. Quizá ni habrías ligado con tu novia.

Sí, el final de "Perdidos" es una mierda. De acuerdo. Y tu un freak indigno y sin corazón capaz de asesinar a tus ídolos con tal de hacerte pasar por listo. Háztelo mirar.

Por eso no entiendo a los fanáticos.