El humo en la botella

Pues eso, Francis, que ya tengo fecha para mi nueva publicación; a finales de mayo se encontrará El humo en la botella en la calle; el sitio en que, como digo siempre, las novelas deben estar.

“Los manicomios se han abolido.

Ahora, las calles son el nuevo manicomio”

El abogado Set Santiago, ex convicto que sobrevive gracias a chanchullos de la peor especie, es contratado para encontrar a Eme, un chico que se ha escapado de una residencia de salud mental.
Durante esta búsqueda, iremos descubriendo un largo motín en el ala de psiquiatría de un hospital público, la preparación del asalto a un banco clandestino, un entramado de experimentos psicológicos secretos, una psicópata asesina de quince años, pactos de automutilación, la relación sadomasoquista entre dos tipos que comparten un piso tutelado, un sujeto que se enfrenta a los trágicos efectos secundarios que acarrea su facultad de sanar cualquier clase de enfermedad, sectas dedicadas al cuidado de indigentes, manicomios en ruinas ocupados por sus antiguos residentes, pisos patera, capillas profanadas... y con el desarrollo de un secuestro concebido por la mujer con la que Eme sigue obsesionado desde que se conocieron a los catorce años.

- ¿Qué vas a hacer?
- Ya sabes lo que voy a hacer -ella se da la vuelta, lo mira de frente, sube el volumen, se distorsionan las guitarras y el bajo se dispara-. Te lo dije en el hospital, hace meses. Vamos a raptarlo. Ya lo tenemos todo listo: el piso, las armas, el transporte, todo. Dentro de tres días.
- Pensé que habías abandonado la idea.
- No podemos abandonar la idea porque es lo que único que tenemos, la única posibilidad de escapar de todo esto. Dentro de nada estaremos demasiado viejos o sonados para salir y ya no nos quedará otra que dejarnos morir aquí abajo -toma aire y regula el tono-. Hazlo con nosotros.

- Estáis locos.