Blog de contracorrección irreflexiva sobre antiquehaceres parartísticos

lunes, 26 de abril de 2010

Monumento Burton


Querido Biedma, como te sé un incondicional de Tim Burton, imagino que hará poca falta que te cuente nada acerca de esta película. Pero como también conoces mi vertiente crítica -incluso ácida- a la hora de valorar los vericuentos de burtonalandia, supongo que te interesará conocer mi modesta e irrelevante opinión. Y a ello vengo. Aún la tengo fresca en el coco pues no hace ni dos horas que la he visto, en 3D, por todo lo alto como merece el evento en cuestión. Pero claro. Hay que matizar porque siempre me siento en la obligación de hacerlo. Lo hemos discutido mucho y siempre termino en el mismo lugar: que hay historias y universos en los que Tim Burton se encuentra muy a gusto, redondo, y hay otros planteamientos en los que no cabe, en los que se le nota encorsetado, forzado, torcido y de mala gana. Situaciones en las que Burton se convierte en parodia de sí mismo y hace aguas por todos lados.

Por eso -insisto- me apasiona "Sleepy Hollow" al mismo tiempo que me revienta su "Batman" de gomaespuma. Por eso me vuelven loco sus pelis de animación entretanto me repugna indeciblemente su pastiche de simios... Y por eso esta Alicia de Burton me parece maravillosa, de estética potente, de buen ritmo, del buen Tim Burton en el que su discurso es pertinente, fuerte, vigoroso y necesario. Hasta se me ha hecho corta. Siempre es lo mismo: cuando Tim Burton te cuenta su historia favorita, esa de la persona rarita -y freak- desde la infancia, con vastos paisajes interiores y delirantes ideas que, precisamente por ello, no encaja en la vergonzosa superficialidad de la convención social, y menos aún en la mente cuadriculada de los adultos; la historia de quien se inventa sus propios mundos porque el EL MUNDO le resulta anodino y detestable, suele bordarlo porque a nadie se le escapa que se cuenta a sí mismo.

Por eso tenía que funcionar su Alicia.

Me ha parecido excepcional y bien traído el contraste entre ese panorama incoloro de la supuesta realidad y la explosión cromática de la supuesta fantasía -un detalle muy burtoniano, claro, este de jugar a no saber qué es lo real y qué no lo es, pero que en este caso está bien traído y le funciona muy bien. Tan bien como funciona la apropiadísima partitura de Danny Elfman, suave, sin molestias ni disonancias (ya estaba bien que alguien le dijera a este muchacho que el rollo de los timbales resonantes estaba demodé). Tanto como el excepcional montaje y la nada desdeñable gama de efectos especiales que, amen de imprescindibles, vienen justificados y nunca caen en el mal gusto de jugar a la apuesta de quién la tiene más grande (sí, pienso en James Cameron y su excesiva "Avatar").

Incluso Johnny Depp, con su tendencia habitual a la sobreactuación, está perfecto en un papel en el que todo histrionismo es exigido y exigible si bien, amigo Biedma, y en esto creo que coincidirás conmigo, la palma se la lleva esa excepcional Reina Roja de la Bonham Carter, que arrasa con todo y lo ocupa todo siempre que aparece en pantalla. Fíjate que Burton hasta ha sabido morderse la lengua para jugar a la moralina -otro de sus viejos vicios- lo justo y necesario. Así que los malos son castigados, por supuesto pues esto no deja de ser una revisión de cuento infantil, pero sin excesos retributivos. Con elegancia. Diríase que filosóficamente.

Sí. Me ha parecido que si una peli de Burton se merece el reconocimiento de un par de Oscars es esta, pero también tengo claro que no va a ver ni un triste Bafta ahora que a los cinéfilos les ha dado por apoyar bodrios aburridos, fascistoides y esencialmente antitaquilleros como el de la Katrhyn Bigelow. Son malos tiempos para la lírica, Biedma, y por ende malísimos para los deslices oníricos de Tim Burton.

Sólo una pega (alguna tenía que tener): La horrorosa canción final con la que Avril Lavigne que chafa sin compasión unos muy originales títulos de crédito. No tengo claro quien engañó a esta muchacha diciéndole que sabía cantar, pero estoy convencido de que la cancioncilla de marras, disonante hasta el paroxismo, se la ha compuesto su peor enemigo. Me da que es la única concesión que Burton ha hecho a los horteras de Disney (para vender OST's y tal), y precisamente por ello es un fiasco. En fin...

Gran película, Biedma. Esta sí.

5 comentarios:

  1. Yo me aburrí soberanamente con Alicia. Me pareció más superficial de lo habitual en Tim Burton, quizás siguiendo la línea de Charlie y la fábrica de chocolate.
    Mis películas favoritas de Burton son Batman Vuelve, Ed Wood, Sleepy Hollow y Big Fish.

    Da la impresión de que el cineasta se está acomodando, haciendo películas más inofensivas cada vez...

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  2. El noviembre pasado nos pusieron el trailer en 3D en la Semana de Cine Fantástico y de Terror de Donosti y desde entonces no hago otra cosa que esperarla. Este fin de semana haber si puedo hacer la "operación abuelos" y me escapo a verla xD. Porque imagino que a mi hija le dará "un poco de susto".

    Y Sleepy Hollow es la polla, hace poco la volví a revisar, que momentazo ese árbol manando sangre!!! Saludos

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  3. Te sorprenderá querido Francis, pero ésta de Burton, a pesar de la admiración que le profeso, no pienso o no pensaba verla; de verdad que no me apetece ver una enésima interpretación de lo de Carroll, y mucho menos desde que difundieron ese estridentísimo cartel del amigo Depp con el pelo rojo sobre fondo verde. Me pasa a menudo, lo de cogerle manía a una película, digo; sin nada que lo justifique, todavía tengo pendiente ver Tiburón, ET o Titánic, por ejemplo.

    Por eso te agradezco doblemente la reseña, a ver si me animo para el DVD, aunque sea en una manta.

    David, también me alegro de que no te guste, así puedo pensar que no me he equvocado del todo al no verla. Estoy buscando una corbata en 3D para regalártela.

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  4. Hombre, David, a mi se me ocurren 50 o 60 adjetivos para calificar el cine de Tim Burton, pero "duro" y "profundo" no están entre ellos, por más que os empeñéis. Vamos que ni es Clint Eastwood ni anda en los vericuetos de Bergman. Por ahí no paso.

    De cualquier modo, burtonianos todos, hay que ver cómo sois los puretas... No estáis de acuerdo ni cuando os dan la razón.

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  5. Jajajajaja

    Es verdad, tío; basta que le des el indulto para que no queramos ni verla... no tenemos perdón de Dios.

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