Blog de contracorrección irreflexiva sobre antiquehaceres parartísticos

jueves, 24 de febrero de 2011

AUTOENTREVISTAS: Javier Quevedo Puchal, por sí mismo.

 
Me solicita mi compañero de la editorial NGC Ficción! Francis P. Fernández que elabore una pequeña auto-entrevista para El Subcultural, en la que hable un poco de mi último libro, Cuerpos descosidos, que justo acaba de salir a la venta. Si he de ser sincero, no es la primera vez que hago algo parecido (ya para mi primera novela, El tercer deseo, me curré algo similar), de modo que sé de antemano qué es lo que supone este ejercicio “onanista” de tête à tête con uno mismo. Y una cosa os digo: no sólo sirve para dar a conocer un poco más la novela en cuestión, sino también para que el autor auto-entrevistado haga curiosas asociaciones de ideas y abra puertas que, de otro modo, tal vez seguirían cerradas… al menos, hasta dar con el entrevistador que tuviera la llave para las mismas. Así pues, gracias, Francis, por la oportunidad. 

A modo de presentación para quien no me conozca, diré que soy Javier Quevedo Puchal, nacido en Castellón en 1976, aunque he pasado la mayor parte de mi vida viviendo en Onda, y ahora en Madrid. Recuerdo que mi primera vocación en la infancia fue ser escritor. Y mira tú por dónde, aunque la vida te va llevando y trayendo por donde ella quiere, al final uno se las ingenia para acabar volviendo a la primera vocación. En ese sentido, aunque no en el único, me siento tremendamente afortunado. Podría decirse que mi más antigua obsesión literaria fueron los cuentos de los hermanos Grimm, y aún no me he deshecho de ella. A partir de entonces, me he ido nutriendo de una serie de fuentes de lo más heterogéneas que, de un modo u otro, han acabado colándose en lo que escribo, a veces de forma más abierta, a veces de forma más solapada: Angela Carter, Ray Loriga, David Lynch, Clive Barker, H.P. Lovecraft, Julio Medem, Pedro Almodóvar, Neil Gaiman… En ocasiones, referencias aparentemente irreconciliables, lo sé, pero sin duda, todas ellas tetas de las que he mamado, si se me permite la imagen. En fin, si queréis saber más de mí, os invito a visitar mis blogs:


Sin más preámbulos, pues, pasamos a la entrevista conmigo mismo.

JAVIER: Sorprende que, tras dos novelas de aire tan marcadamente romántico como El tercer deseo y Todas las maldiciones del mundo, te descuelgues ahora con una de terror.

JAVIER: A decir verdad, la transición no ha sido tan brusca, pues todos los relatos y microrrelatos que he publicado durante 2010 pertenecen a este género. En cualquier caso, creo que en Cuerpos descosidos se mantiene una cierta óptica, una cierta forma de ver las cosas, que podría emparentarla, aunque sea de lejos, con mis dos primeras novelas. A fin de cuentas, si bien aquellas tenían una fuerte carga emocional, la visión que daban de los asuntos del corazón no era para nada empalagosa ni complaciente, sino más bien realista y a veces un poco triste, cuando no sombría. Con Cuerpos descosidos se hace el recorrido inverso: partiendo de un envoltorio sombrío, a menudo inapelablemente sórdido, se va tejiendo una historia con una fuerte carga emocional, que desemboca en un final quizá tan inesperado e irónico como el de Todas las maldiciones del mundo. Supongo que, aún con todas sus diferencias de género, forma y fondo, las tres novelas acaban hablando de lo mismo: lo complejo y contradictorio de las emociones humanas.

J: No parece que sea una novela de terror al uso.

J: Hombre, tampoco voy a ser tan atrevido como para atribuirme a estas alturas la invención del agua tibia… pero sí puedo decirte que tan sólo me he ceñido a cierta manera personal de hacer las cosas. Mi intención era escribir una determinada historia, con independencia de que pudiera circunscribirse a tal o cual género. En cualquier caso, esto me recuerda a la presentación de Los viejos papeles de David G. Panadero, en la que el autor decía que, más que una novela negra, le había salido un melodrama. En mi caso, podría decirse que lo que me ha salido es un cóctel genérico, que comienza como drama con gotas de suspense y algunas pinceladas de terror, deviene melodrama oscuro aderezado con un poco de novela negra y, en el tercio final y clímax, alcanza sus mayores cotas tanto de terror como de hondura psicológica. Quizás así en frío suene a batiburrillo, pero yo creo que ha acabado saliéndome una obra bastante homogénea y consecuente. Me decepcionaría que alguien encontrase la menor monotonía durante su lectura.

J: En la sinopsis que podemos leer en la contraportada se observa una variedad considerable de personajes, situaciones, lugares y tiempos. ¿Podríamos considerar Cuerpos descosidos como una novela coral?

J: En principio, algo de eso hay. Es más, supongo que desde el título mismo se apunta a esa cierta cualidad coral que mencionas, pues se refiere no sólo al “cuerpo descosido” de Renée, sino también al de Lucio y, por supuesto, al de Eva. Cada uno de ellos, “descosido” por unos motivos y con unas implicaciones específicas, naturalmente. Quiero pensar que son personajes que se complementan de un modo u otro, significando todos ellos caras de un mismo problema (o, si se quiere, de una misma temática). En cualquier caso, tal y como comenta Fernando Cámara en el prólogo, según va avanzando la novela el lector irá descubriendo que, pese a esta mezcolanza de personajes, podría decirse que hay un solo protagonista en esencia. ¿Cuál es? Eso tendrá que averiguarlo el lector.

J: Ya que lo sacas a colación, ¿qué te parece el prólogo de Cámara?

J: Ante todo, un lujo. Y por supuesto, un honor que alguien como él, que ha parido una película de género tan icónica como Memorias del ángel caído o una novela tan apasionante como Necroparís, haya disfrutado con mi libro. Sólo puedo sentirme agradecido… y (entre tú y yo, ahora que nadie nos oye) un tanto abrumado. Lo mismo puedo aplicar a Felideus y su maravillosa portada, en la que consigue toda una estilización de una de las catárticas sesiones de absolución de pecados perpetradas por Renée.

J: Cuerpos descosidos explora una serie de problemas muy peliagudos, tal vez incluso incómodos para parte del público, y no siempre lo hace de forma esquinada. ¿No temiste enfrentarte a materiales tan delicados, sobre todo a sabiendas de la polémica que tal vez podrían suscitar?

J: Si la polémica ayuda a vender ejemplares, no seré yo quien le ponga freno… je, je. No, ahora en serio, lo cierto es que sabía perfectamente en qué me metía a la hora de tocar determinados temas (los cuales prefiero no mencionar aquí, si no te importa, con tal de no generar spoilers). Sin embargo, creo que jamás me acerco a ninguno de ellos de forma frívola, más bien al contrario, procuro darles el suficiente trasfondo y empaque como para que no se quede en un intento vano de provocar, ya que a fin de cuentas nunca fue ese mi objetivo. ¿Qué tal vez algún lector se tope con determinados pasajes que remuevan su conciencia, o incluso algo más que su conciencia? Es muy probable. ¿Supone eso un problema? Yo creo que todo lo contrario: sería un indicativo clarísimo de que la novela ha conseguido absorberlo, hacerle partícipe de lo que ocurre en ella y, en definitiva, no dejarle indiferente. Ese es mi objetivo, después de todo. Que alguien se pueda sentir más o menos molesto es circunstancial. Con temas como los que se manejan en la novela, sería muy ingenuo por mi parte pensar que todo el mundo se va a sentir perfectamente cómodo. Y en cualquier caso, no creo que lo incómodo sea la novela en sí, sino más bien que a día de hoy sigan ocurriendo determinadas cosas ante la pasividad, cuando no la indiferencia, de muchos. A este respecto, sólo puedo estarle agradecido a NGC Ficción! por haberse atrevido con una historia de estas características.

J: A este respecto, me ha contado un pajarito que tu editora Pily B ha jugado un papel importante en la concepción final de la novela. ¿Es así? Háblanos un poco de ello. 

J: Efectivamente. En la primera versión que le envié, Pily consideró que había un ligero bajón hacia mitad de novela. Seguramente, me dejé llevar demasiado por la comprensión hacia todos y cada uno de mis personajes y, de algún modo, esto acabó jugando en contra del ritmo de la historia. Por suerte, Pily me dio unas pautas generales sobre cómo creía que daría más garra al manuscrito, así que pensé en formas de adaptarme a esas pautas y, tras recibir su beneplácito, reescribí un determinado tramo de la historia. Al final, los dos quedamos entusiasmados con el resultado, que ha ganado horrores en suspense e intensidad. Si he de ser sincero, es la primera vez que una editorial me hace considerar la idea de reescribir parte de un manuscrito… ¡y lo cierto es que se lo recomiendo a todos los escritores! Es sanísimo y da unos resultados fenomenales.

J: Aparte del blog oficial de la novela (“El confesionario de Renée”), has llevado a cabo una iniciativa tan peculiar como crear un perfil de Facebook a nombre de Renée (Williams), uno de los personajes fundamentales de la novela. ¿Qué otras actividades estáis perfilando para promocionar el libro?

J: Lo cierto es que lo del perfil en Facebook no tiene nada de original, pues ya lo han hecho con anterioridad escritores como Lucía Etxebarría o Khaló Alí. Quizás mi aportación a este invento es que el perfil se complementa con el diario ficticio que Isabella, la ayudante de Renée, escribía en las primeras entradas del blog oficial: “El confesionario de Renée”. En ese sentido, ambos (y sobre todo, el blog) son como “extras”, regalitos adicionales a la novela. Por lo que respecta a más actividades de promoción, tenemos durante el mes de marzo al menos dos presentaciones en Madrid (una de ellas, la de la librería Estudio en Escarlata, nada menos que con una actuación en vivo de la propia Renée y su ayudante Isabella… y la otra, en La Casa del Libro, con la participación no menos impresionante de Fernando Cámara). En cualquier caso, invito a los interesados a que sigan muy atentamente la Agenda de la web oficial de NGC Ficción! o el blog oficial de Cuerpos descosidos (http://cuerpos-descosidos.blogspot.com/), en los que se irá informando de todas las novedades al respecto, que creo que no van a ser pocas.

J: ¿Quisieras añadir algo más para atraer la atención del público sobre la novela?

J: Francamente, resulta complicado hablar del libro sin desvelar demasiado y dejar al descubierto el factor sorpresa… y lo cierto es que Cuerpos descosidos tiene mucho de eso, de sorpresas y secretos. Así pues, sólo puedo recomendar a los lectores que se zambullan en sus páginas sin miedo, con la mente bien abierta y preparados a vivir lo que espero sea toda una experiencia. Creo que el viaje bien vale la pena.

4 comentarios:

  1. Enhorabuena por el estreno, compañero, y gracias por la autoentrevista.

    Abrazo fuerte.

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  2. Tan recomendable como renovador, camaradas. Lógico que aparezaca en vuestra web.

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  3. Terminados los exámenes , estoy de vuelta. Y vosotros con algo interesante que enseñarnos, no esperaba menos. A la lista negra que va. Abrazos.

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  4. Chicos, gracias por vuestras amables palabras, que no os había respondido aún!

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